martes, 3 de noviembre de 2015

"Diario de juventud" saca a la luz a Zenobia Camprubí más allá de Juan Ramón

La Fundación José Manuel Lara ha publicado el 'Diario de juventud' de Zenobia Camprubí, la esposa de Juan Ramón Jiménez, una obra que recoge el día a día de la joven escritora antes de conocer al premio Nobel de literatura y con la que se espera zanjar "una injusticia histórica"

"Hay que recordar lo injusta que ha sido la Historia con Zenobia, una mujer que ha luchado tanto por los derechos de otras mujeres. Ella fue una pionera, maltratada por la Historia, que únicamente la ve como la sombra de Juan Ramón Jiménez cuando en realidad era su luz", ha explicado Carmen Hernández-Pinzón, representante de los herederos del autor de 'Platero y yo'.

Estos diarios, con la edición de Emilia Cortés y la colaboración para su publicación del Centro de Estudios Andaluces, muestra "una etapa desconocida" de Camprubí desde el año 1905 hasta el 1911, incluyendo artículos, relatos o trabajos de clase, entre otros documentos.

"Ha sido una locura ordenar los textos, algunos estaban sin fechar, en especial las cartas", ha recordado Cortés, aclarando que el método elegido finalmente para ordenar todos los documentos se ha guiado por los contenidos, más que por la fecha.

Para Cortés, estos textos son "muy premonitorios" de la figura que posteriormente será Zenobia, ocultada en ocasiones por la fama de su marido. "Mucha gente cree por ejemplo que ella despertó en el mundo de la literatura con Juan Ramón, cuando aquí se puede apreciar que tenía un nivel de lecturas alucinante antes de conocerle", ha apuntado.

PIONERA EN EL CARNET DE CONDUCIR
En este caso, Hernández-Pinzón matiza esta aseveración, rescatando una propia frase de la joven esposa. "Ella dijo que Juan Ramón fue el que la enseñó a diferenciar entre lo bueno y lo malo, además de que la incluyó en la intelectualidad de la conocida como Edad de Plata de las letras españolas.

Camprubí fue una de las primeras mujeres en obtener el carnet de conducir en España, dio clases en universidades como la de Maryland o en el Pentágono, a militares americanos, además de tener una faceta como decoradora que le llevó a trabajar en los paradores de Gredos y en la Casa de España de la Universidad de Columbia.

"Muchas críticas apuntan a que Zenobia estaba sometida, era su enfermera...¿pero qué esposa no habría hecho lo mismo por su marido si estuviera enfermo? Me da mucha rabia que se digan estas cosas", ha defendido Cortés. Según esta estudiosa de la mujer del premio Nobel, los diarios muestran a una joven "muy autoexigente, disciplinada y con fuerza de voluntad".

AYUDA PARA EL PREMIO NOBEL
En la misma línea, Hernández-Pinzón ha defendido que Camprubí "no fue sumisa". "No era la sombra de Juan Ramón, irradiaba luz y tenía una personalidad arrolladora sin la que el escritor no habría conseguido todo lo que logró, entre otras cosas, el Premio Nobel de literatura, que a él no le interesaba", ha añadido.

En cualquier caso, Camprubí sí fue consciente del genio literario del escritor de Moguer y, por ello, dedicó su vida a facilitarle su labor. "Ella quería ser su alma y que él caminara por el camino correcto. Supo que su obra no valía nada al lado de la de Juan Ramón y renunció para hacer del trabajo del poeta su amor y su vocación", ha concluido.

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