«…Y MÁS ALLÁ DE MI VIDA», de Jaime Alejandre,
es un libro de amor
celebrado, habitado por versos optimistas, vitales, apolíneos
que son el testimonio del despertar del antiguo temor reverencial
de su autor, Jaime Alejandre, para avanzar hacia el paisaje
de la confianza en uno mismo y en el mundo por virtud del
amor; sobrecogedor amanecer que, como no puede ser menos,
se produce por la irrupción imparable de la Iluminación.
Cuidado lector, está usted a punto
de navegar por las páginas
de un libro… ¡de amor! En pleno siglo XXI, en plena
crisis. Así,
sin epidural. Aun a sabiendas de que en este mundo feroz y
despiadado, inundado de terroristas tanto religiosos como financieros,
la poesía amorosa está mal vista. Salvo que lo que
venga
en hemistiquios sea precisamente lo contrario: el funesto cantar
al abandono y la soledad; el gorigori a todo lo que, efímero,
jamás podrá permanecer. Eso sí que goza de
gran prestigio entre
los lectores de poesía. No hay más que ver que,
de ese gran
poeta enamorado que fue Neruda, se recuerda y cita siempre
más su Canción desesperada que sus Veinte poemas
de amor.
Hemos tenido la ocasión de charlar con Jaime Alejandre para profundizar en su obra:
—El próximo viernes presentará en Burgos su nuevo
poemario “…Y más allá de mi vida”, un anaquel de poesía amorosa con la
característica única de que el lector no llorará ante sus versos. En “…Y más
allá de mi vida” no encontramos corazones rotos, ni distancia entre los
enamorados. Todo lo contrario, es un canto al amor compartido, libre y feliz.
Realmente es un punto de vista muy original. ¿Cómo llegó hasta él?
Qué
sorprendente y qué claro indicativo de la precaria salud de nuestra actual
sociedad que un libro de amor parezca original, pues lo habitual hoy son los de
desgarro y desamor… Pero en fin, este libro está en efecto consagrado,
literalmente, a celebrar el amor. El amor verdadero, que es el perdurable, de
ahí el título del poemario. Hay quien dice que el amor es una enajenación
mental transitoria. Se equivoca. O se confunde con otra cosa. El amor verdadero
transforma la realidad con un efecto duradero, sereno y firme. Si no fuera así
no habríamos sabido de la pasión que unió a Aurora y Titono, a Dido y Eneas, a
Shakespeare o Cernuda con sus amores, aunque fueran secretos.
Así
que habría que reconocer que más que llegar yo a esa supuesta originalidad del
punto de vista lírico fue el propio amor el que llegando a mí me hizo disponer
mis versos hacia él.
—¿Cómo vive el presentar su obra en el lugar que le vio nacer?
Aun
estando largo tiempo en la distancia, siempre he mantenido una especial
relación con Burgos donde no sólo nací y viví mis primeros años de infancia
sino donde luego viví entre 1984 y 1986. Sus calles, su clima, su paisaje me
blindan de serenidad ante ciertos avatares de la existencia, de modo que traer
aquí este libro mío tan repleto de calma pasión me produce una gran
satisfacción. Además será momento para reencontrarme con grandes amigos como
los extraordinarios poetas Ricardo Ruiz (que presentará mi obra) o Pedro Olaya
y también de recuperar a parte de la familia que en Burgos vive y no veo hace
tiempo.
—Algo ha cambiado desde su anterior poemario “Lo
que queda”. Ahora el poeta se complace ante la vida, sonríe ante la
cotidianidad. Háblenos de este proceso o evolución interior.
Todo
cambia, ya lo dijo el cantante de Quilapayún, Julio Numhauser. Lo único
inmutable es la muerte, así que en mi libro “Lo que queda” apenas había otra
visión, si se quiere complementaria, de la existencia. Porque creo firmemente
que siempre me he complacido con la vida y la amo y a ella me entrego con toda
la vehemencia de mis fuerzas y deseos.
“Lo
que queda” siempre es lo que aún tenemos pendiente de hacer; también es el
tiempo que nos resta en esta realidad difusa que llamamos vida; y lo que queda
aún es, además, lo que dejaremos hecho cuando ya no estemos en estas
dimensiones.
El
hecho es que aquel libro nació de la proximidad real, del enfrentamiento
concreto con la muerte, no como hecho meramente existencial sino como peripecia
estrictamente personal. Recibir un diagnóstico médico adverso con la fecha
concreta de la posible caducidad del autor se convirtió en el deus ex machina
de aquellos versos. Sin embargo creo que no encerraban desesperación alguna
sino muy al contrario una contemplativa admiración en cuya última sombra
asomaba el resplandor de mi pasión por la vida. No en vano aquel libro es parte
de mi trilogía “Heroísmo” que aborda la heroicidad cotidiana de los que
resisten construyendo la existencia en la belleza.
De
modo que esa misma pasión ocupa ahora los poemas de “…Y más allá de mi vida”,
siendo ahora su deus ex machina otra experiencia personal sanadora y salvífica,
profunda como una sonda oceánica, en esta ocasión el amor de largo aliento y
enfebrecida serenidad.
—Además de poeta es también narrador y editor. ¿De
dónde saca tiempo para tanto?
Siempre
he creído que el entusiasmo, la pasión, es función directa del tiempo; cuanto
mayor es nuestro deseo más se moldean las horas a nuestro favor para alcanzarlo
todo. Incluido tener una familia, honrar a los amigos y desarrollar un trabajo
remunerado, pues como editor y escritor, como tantos otros, vivo una “economía
de supervivencia y trueque”, movido exclusivamente por una vocación no
remunerada en euros sino con el júbilo de ayudar a la difusión de obras que
tanto merecen ser compartidas, como las de Rafael Borge, Esther Peñas, Ventura
Galiano, etcétera.
—¿Escribe a diario? ¿Cómo es su metodología ante
el folio en blanco?
Puede
decirse que sí, escribo a diario, pero no sigo una metodología, salvo cuando
escribo novela larga, que precisa un cierto orden, disciplina y continuidad,
pero en este caso el trabajo a menudo lo desarrollo durante las vacaciones, en
jornadas interminables de escritura. El resto de mi obra se va componiendo día
a día de modo disperso. Surge una idea donde menos lo esperas: corriendo por el
campo, en el tren camino de casa, en el cine… El caso es tomar la idea, en una
servilleta de bar, en la última página del libro que lees, en una libreta y, si
se da el caso, allí mismo puedes desarrollar la idea (poema, cuento, artículo…)
por entero y si no en algún momento del día, más bien de la noche, acostados ya
los niños, escribir al completo lo que apenas fue fogonazo en el cerebro;
“traducir”, como decía Pessoa, nuestro pensamiento a palabra escrita.
—¿Qué opinión le merece el libro electrónico?
Para
mí todos los avances tecnológicos suman, no restan. ¿Puede que en algún momento
sustituya el libro electrónico al de papel? No lo sé. El caso es que incluso
entonces, la transmisión cultural del hombre en lengua escrita estará presente
en la conformación de los seres humanos.
Pero
hoy, la cohabitación de formato electrónico y en papel, creo que es magnífica.
Permite llegar más lejos y más fácil en la difusión a larga distancia de obras
que antes era imposible conseguir. Ahora libros de poesía de esa gran, pero
poco conocida autora, que es Elvira Daudet, por ejemplo, se descargan
legalmente en Chile… Es y fue siempre impensable que un ejemplar en papel
llegara a Otawa. Por ello en mi editorial todos los libros se confeccionan en
ambos formatos y ajustamos los precios a los costes. Así nuestras ediciones
digitales oscilan entre los 3 y los 5 euros. Quien piratea es por que quiere.
Por
otro lado, el libro electrónico también, por ejemplo, facilita mucho la vida a
los viajeros. No se imagina lo que era antes recorrer a pie la curva del Níger
desde Bamako a Tombuctú llevando en la mochila, además del saco de dormir y
todo lo necesario para el periplo, suficientes libros como para no quedarse sin
lectura…
Por
último, las facilidades que un libro electrónico aportan en el ámbito educativo
me parecen muy importantes.
—¿Qué aconsejaría a los jóvenes que comienzan a
escribir poesía?
Que
lean mucho, porque es la única manera de no creerse que uno ha inventado la
rueda y hacer el ridículo publicando algo ya dicho. Aunque tampoco se trata de
inventarlo todo y callarte si piensas que no queda nada nuevo por contar. No es
eso. Cualquier historia, sentimiento, vivencia seguramente ya se han plasmado,
desde Grecia a las Vanguardias, en multitud de obras, pero cada época tiene el
derecho y el deber de escribir “contemporáneamente” todo aquello. Sólo se trata
de leer para saber hasta qué punto somos originales y hasta cuál meros
continuadores. Lo dicho, que lean mucho. Y que viajen, y que vivan, y que
mientras tanto vayan escribiendo sin pensar en otra cosa que en su creación.
Más información: "...Y MÁS ALLÁ DE MI VIDA", de Jaime Alejandre
http://www.cuadernosdelaberinto.com/Poesia/jaime_alejandre.htm
Editorial CUADERNOS DEL LABERINTO. Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, Nº 54
88 páginas • I.S.B.N: 978-84-944752-8-3• 13€
Prólogo: Guinnevere A. Nash. PhD, Kennicott University
Más información: "...Y MÁS ALLÁ DE MI VIDA", de Jaime Alejandre
http://www.cuadernosdelaberinto.com/Poesia/jaime_alejandre.htm
Editorial CUADERNOS DEL LABERINTO. Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, Nº 54
88 páginas • I.S.B.N: 978-84-944752-8-3• 13€
Prólogo: Guinnevere A. Nash. PhD, Kennicott University
VIERNES 21 OCTUBRE• 20 horas
Jaime Alejandre presenta ...Y
más allá de mi vida y El cumpleaños
Con la intervención de Ricardo Ruiz
Museo del Libro Fadrique de Basilea, Travesia del mercado 3. BURGOS
Con la intervención de Ricardo Ruiz
Museo del Libro Fadrique de Basilea, Travesia del mercado 3. BURGOS
Entrada libre hasta completar aforo
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