miércoles, 28 de octubre de 2015

Cuando hablan de Creta y yo estoy en Marte, de Manuela Ipiña

A veces sentimos la luz y abrimos los ojos, a veces leemos mediante las páginas encontradas al azar y sabemos que somos humanos, sabemos que nuestra presencia y vida forman parte de un camino trazado por la humanidad. La joven poeta Manuela Ipiña acaba de publicar su primera obra Cuando hablan de Creta y yo estoy en Marte (Editorial CUADERNOS DEL LABERINTO. Madrid, 2015) y al leer sus poemas uno tiene la certeza de conocerla, de saber que existía ya antes de sus versos, uno tiene la percepción de que es ella la que nos conoce, es ella quien ha plasmado con su puño y letra las sensaciones que todos llevamos dentro, ese hilo que se esconde en nuestra alma y que espera ser encontrado, que espera un nombre para poder existir.

Manuela nos acerca a su universo próximo: la vida cotidiana, los rincones de su casa, las calles de la ciudad y la contradicciones que aparecen en la sociedad; y lo hace como si de una guía se tratrase, como un mapa que refleja, a veces con una puntera crítica e ironía, las sensaciones trágicas de este vivir rápido e intenso del siglo XXI. Y en sus páginas siempre encontramos el AMOR. Ella cree en las manos que te ayudan, sabe que el amor redime y que es la base de la vida.

Un poemario que se convierte en un tesoro, un secreto que gritaré a voces para que otros lectores puedan descubrir que la pureza y la intensidad se pueden escribir.

NO
Los dioses se enfadaron
el día que alargaron
tu falda y te hicieron
responsable de prevenir
los deseos de los indeseables
dictadores del falo.

Algunos de estos dioses
se divierten dejando cuchillos
donde puedan hacer falta
a mujeres como Lorena,
como tú o tantas otras
que alguna vez tuvieron
que gritar no demasiado alto.

"Cuando hablan de Creta y yo estoy en Marte es un libro sobre la poesía existencial, las relaciones humanas, la amistad, el sexo o el amor que exhala vitalidad y ganas de vivir. Pero es también una poesía que asume los fracasos cotidianos sin miedo a la muerte, al futuro o al «otro» amor, y que segura de sí misma, Dejare de buscarte; cuando me dé la gana, experimenta cada una de las sensaciones vitales para hablar, sin tapujos, de la verdad que come sombras, de esa que aprende a volar, por encima de posibilismos y resignaciones.

Un libro de poesía de colores, mezclados sabiamente en la paleta de esta poeta que genera preguntas y alguna respuesta escondida entre los pliegues del papel, para leer entrelíneas su esencia". (IBON ZUBIELA MARTÍN)

CRUCES
Cruces que hacen crucigramas
sin casillas suficientes
para nombrarlas a todas,
una a una.
Tantos nombres
repetidos en historias olvidadas
que se apilan en la fosa
que a diario construye
la indiferencia común.


MANUELA IPIÑA
(Bilbao, 1978) Estudio Derecho y se especializo en Recursos Humanos. Ha trabajado en diversos sectores industriales y actualmente compagina el trabajo con su formacion como Terapeuta, campo que le apasiona. En el año 2013 comienzo sus estudios sobre Terapia Corporal Integrativa y actualmente continua formandose como Terapeuta Gestalt. Todo esto ha hecho que en su vida exista un antes y un despues y que se hayan abierto nuevas puertas en su camino, como es, en este caso, la poesia.

Ha participado en diversas revistas literarias y colaborado en diferentes espacios dedicados a la difusión de la poesía. También ha asistido a diversos encuentros poéticos como Edita (Punta Umbría), Voces del Extremo (Logroño) y recitales variados en torno a la poesía.


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