'She Poem/Ella Poema' se presenta en el Kinetic Festival de Nueva York el 12 de marzo
"She Poems/Ella Poema es instinto e
improvisación y transformar un poema en movimiento", intenta explicarse.
"Poner las palabras y crear desde allí. Cogemos un texto breve que se
pueda traducir fácilmente. Empezamos con poemas españoles y ahora busco
textos africanos escritos por mujeres. Tomamos una emoción, una idea, un
momento concreto. Nos hacemos preguntas. Es un espacio íntimo de
aprendizaje mutuo. En Tanzania, por ejemplo, trabajamos con el suajili y
con lo que se experimenta al ser madre, lo que significa ser mujer. En
Nigeria, hicimos audiciones en Abuya y acabamos trabajando en el
silencio y el ruido de los generadores por los cortes de electricidad.
La idea es crear un mapa poético de voces femeninas africanas".
Aïda se felicita porque She Poems/Ella Poema
también se plasma en vídeo. "Rompe las fronteras y no tiene que pedir
visado. Expone temas súper poderosos. Piezas cortas, algo fresco. Es un
trabajo individual que sirve para el enriquecimiento mutuo de la
bailarina que se implica en el proyecto y el mío. Y tengo la suerte de
trabajar con mujeres que serán referentes en la danza contemporánea de
su continente y universal", precisa.
En continuo proceso de crecimiento y aprendizaje,
ha decidido estudiar antropología y centrarse en la cuestión de la
identidad. Ahora ya tiene sus tres primeros poemas, trabajados y
grabados en Senegal, Nigeria y Tanzania. Y busca nuevas mujeres, nuevos
poemas y nuevas tierras que convertir en puro movimiento.
MÁS INFO: http://elpais.com
"NO LUZ" de Paloma Serra en She Poems. Danza sobre un poema. Aida Colmenero
NO LUZ
Los cortes de luz,
la espera atormentada
es una invención mental sin realidad propia.
Los cortes de luz,
la espera atormentada
es una invención mental sin realidad propia.
Las veces que dejamos las tareas, que golpeamos las
puertas, que salimos a comprobar que no estamos solos,
puertas, que salimos a comprobar que no estamos solos,
y dejamos el poema a medias, la comida...
son momentos pasados, recuerdos de lo que ya hoy
no poseemos:
no poseemos:
el mar, y el viento, los pájaros,
las barcas que madrugan, la
ventana entreabierta,
las barcas que madrugan, la
ventana entreabierta,
la cortina rasgada y sedosa,
que hasta rota fue perfecta pues al romperse entró la vida.
que hasta rota fue perfecta pues al romperse entró la vida.
(Del poemario DEJAR ÁFRICA. Paloma Serra. Editorial Cuadernos del Laberinto. Madrid, 2014)
En Dejar África
encontramos la presencia constante del continente negro en la
autora, gran conocedora del mismo y amante de su luz e intensidad.
La lectura de sus poemas sobre África logra transmitir,
para quienes jamás la hayan visitado, el pulso de un continente
vivo en el que conviven la herencia de la tradición animista
con la ceremoniosidad colonial.
Paloma Serra nos traslada a Costa de Marfil o a Cabo Verde, a países en los que ha vivido, a países que ya forman parte de su esencia y que dejaron en ella un profundo surco de fascinación por sus tierra y gentes.
Estos poemas son un homenaje a África, pero también son un canto de dolor por la distancia o por la injusticia, siempre enlazados con la belleza profunda y única.
Paloma Serra nos traslada a Costa de Marfil o a Cabo Verde, a países en los que ha vivido, a países que ya forman parte de su esencia y que dejaron en ella un profundo surco de fascinación por sus tierra y gentes.
Estos poemas son un homenaje a África, pero también son un canto de dolor por la distancia o por la injusticia, siempre enlazados con la belleza profunda y única.
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