Javier Maderuelo recorre la exposición de la que es comisario como si
guiara al visitante por una extraña cueva de Ali Babá. Aquel Cantos de Orfeo de Elena Asins,
perdido durante décadas, es el único poema superviviente de una serie
(tan distinta a la obra posterior de la artista madrileña) que ardió en
un incendio. Aquellas obras de Herminio Molero, fundador de Radio
Futura, esconden una actividad artística desconocida para el gran
público... y a un jovencísimo e irreconocible Pedro Almodóvar. Los más
de 120 tesoros que exhibe en el Círculo de Bellas Artes bajo el nombre
de Escritura experimental en España, 1963-1983 son heterogéneos en forma y contenido, pero tienen el mismo padre: el Archivo Lafuente.
Esta es una de las exposiciones que este “fondo privado de vocación pública”,
según la definición del coleccionista José María Lafuente, quien lo
creó en 2002, ha orquestado a lo largo de este año para dar a conocer su
proyecto. Es, por tanto, una exhibición de poderío —se reúnen obras de
Oteiza, Brossa, Zaj...—, pero también una declaración de intenciones:
reflejar el proceso de creación en los márgenes del mundo del arte. “Los
museos han comprado obras de artistas que están dentro del canon.
Nosotros no buscamos reescribir la historia, sino ofrecer unos
documentos que hagan posible una lectura complementaria a la habitual”,
explicaba el coleccionista durante la presentación de la muestra la
semana pasada.
La investigación llevada a cabo por Maderuelo a partir del fondo
rescata una corriente artística muy aceptada en las vanguardias europeas
pero olvidada por las instituciones públicas españolas y en ocasiones
por los propios autores.
Algunos de ellos abandonaron esta vía creativa poco después, como la
propia Asins. Otros han sido ignorados hasta ahora, como Felipe Boso,
considerado un autor poco prolífico hasta hasta un reciente
descubrimiento: “Cuando muere y vamos a su casa, su viuda nos sacó... No
te exagero, carpetas de aquí a allí”, recuerda el comisario de la
exposición.
Lafuente y Maderuelo caminan por la sala recreando la investigación que hay tras la muestra como dos detectives salvajes
de Roberto Bolaño. Boso se carteaba con Fernando Millán y con Ignacio
Gómez de Liaño, la editorial Barral no editó una antología prometida,
pero sí lo hizo la revista alemana Akzente, que... Maderuelo se
interrumpe, maravillado: “Aún nos quedan miles de archivos que
catalogar”. Las pesquisas están lejos de haber teminado.
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