A medida que la pandemia del virus
COVID-19 se extiende a lo largo de todo el mundo, muchos países están
imponiendo medidas drásticas para tratar de contenerlo. En países como
Italia, España, Francia, Alemania y Bélgica todas las tiendas que no son
consideradas ‘de primera necesidad’ han tenido que cesar sus
actividades, entre ellas las librerías. Este cierre decretado de
librerías pone en riesgo la sostenibilidad financiera de muchas empresas
en el sector de la venta de libros.
Asegurar la salud y bienestar de todas las
personas y comunidades es la máxima prioridad de todos, pero debemos
reconocer las consecuencias nefastas que supone un cierre prolongado en
pequeñas y medianas empresas que dependen de la presencia física de
clientes. Los libreros ofrecen una contribución importante a las
comunidades locales y a la sociedad en general tanto en el ámbito
educativo como cultural y financiero.
Muchos libreros y libreras están haciendo
todo lo posible por mantener sus servicios a los clientes —los cuales se
encuentran actualmente aislados en sus hogares— pero se enfrentan a
numerosos problemas. Muchas librerías representadas por nuestros
miembros apenas tienen la infraestructura para sustentar la venta de
libros online en estos tiempos sin precedentes. Además, al ofrecer entregas a domicilio se exponen a altos riesgos para la salud.
El cierre de librerías físicas pone en
riesgo su rentabilidad y en duda su situación financiera, ya de por sí
frágil. Las librerías contribuyen en gran medida a comunidades y
distritos locales ofreciendo servicios necesarios, brindando
oportunidades de trabajo y aportando lugares de reunión seguros que
otros comercios que operan online no pueden proporcionar. Es
fundamental que se garantice el apoyo a estos negocios para que puedan
superar estos tiempos difíciles e inciertos y puedan seguir
contribuyendo al desarrollo sostenible y continuo de comunidades
locales.
Todas las librerías esperan con ansias
poder reabrir sus tiendas, pero no están dispuestas a comprometer la
salud de sus trabajadores o la de sus clientes y comunidades que
benefician. Por ello, se encuentran en desventaja en comparación con los
grandes comercios online, los cuales operan en estos momentos con ajustes mínimos.
Hacemos un llamado a los gobiernos de todo
el mundo para que recuerden la importancia de los libros en nuestra
sociedad, tengan presente el impacto positivo de las librerías en las
comunidades locales y brinden apoyo o ayuda financiera para proteger al
sector librero.
Es imprescindible que estemos unidos en
estos tiempos inciertos, ya que solo al ofrecernos apoyo mutuamente
saldremos fortalecidos.
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