domingo, 15 de mayo de 2016

Pedro Guerra, la música y la poesía

Pedro Guerra se mueve en todos los terrenos. Pasa de la reivindicación a la introspección tan rápidamente como cambia de canción un disco suyo en un reproductor de CD. Habrá quién lo haya olvidado en los cinco años que ha durado el silencio musical del artista. Lustro que ahora resarce con doble satisfacción para sus seguidores. Dos trabajos con poco en común. "Arde Estocolmo es un disco mío, y 14 de ciento volando de 14 es un LP de productor. Soy yo el que interpreta la música y el que la ha compuesto, pero los temas los cantan otros", señala el cantautor. Guerra ha musicalizado los sonetos que Joaquín Sabina recopila en el libro Ciento volando de catorce.

Si reaparecer con dos discos debajo del brazo era una idea arriesgada, al músico no se lo parece. "Empecé a trabajar en los dos proyectos a la vez, y una vez que estaban concluidos pensé que lo mejor era que salieran también de forma conjunta. Así podía, incluso, defenderlos simultáneamente", apostilla. Entre ellos hay un abismo.
Arde Estocolmo evoca fuerza, revolución. Aunque sea bastante más. "Nunca hago discos temáticos. Hago canciones sociales y políticas, pero también que indaguen en la condición humana, en las relaciones personales. Son un intento por entenderme a mí mismo", relata. Eligió que el disco se llamara así porque era el título más sugerentes de entre todas las canciones. "Es una metáfora sobre el mundo en el que vivimos, sobre las apariencias. Un titular de unos disturbios en la periferia de Estocolmo, me llevó a reflexionar sobre democracias avanzadas. Las democracias han mandado limpiar los salones, pero se han olvidado de mover los sofás para limpiar debajo".

Fuente: El País

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